La interpretación que hace Jaspers en este libro se basa en todo el proceso filosófico de Nietzsche que, reflejándose en la historia universal, parte del cristianismo y a través del nihilismo conduce hasta la idea del hombre superior. Este texto fue escrito en 1938 por uno de los grandes pensadores del siglo XX. Muestra tanto la radicalidad con la que Nietzsche rechazó el cristianismo como las diversas declaraciones totalmente incompatibles con tal rechazo. Karl Jaspers interpreta esta contradicción diciendo que Nietzsche jamás llegó a asumir las ideas cristianas. Por lo tanto, tampoco tuvo necesidad de rechazar nada que previamente hubiera aceptado. Sin embargo, la fuerza de estos impulsos cristianos, aun despojados de contenido, sí que constituyó la base del pensamiento de Nietzsche hasta su filosofía tardía. Estos impulsos lo llevaron a postular su revisión de todos los valores. Nietzsche dio el paso a la edad posnihilista con todo el arrojo y la pretensión de absolutez que tenían los primeros cristianos, pero sin compartir sus valores.
¿Cuándo fue la última vez que hiciste un regalo? Quizá en una de esas ocasiones en que son prácticamente obligatorios —un cumpleaños, una boda— o tal vez fue algo más espontáneo, como llevar una botella de vino a una cena. Seguramente no te detuviste a considerar que la capacidad de dar, como sostiene el gran pensador estoico Séneca, es parte esencial de lo que nos hace humanos. Séneca afirma que el impulso de dar a los demás constituye el fundamento mismo de la sociedad. Sin la capacidad de ayudarnos unos a otros, de compartir recursos, somos criaturas indefensas con pocas posibilidades de sobrevivir. Pero no se trata de dar de cualquier manera. Cuando hay segundas intenciones, el dar se degrada y se convierte en otra cosa. La belleza del mundo nos recuerda que la creación es el regalo supremo que la divinidad nos otorga sin esperar nada a cambio. Para Séneca, estamos llamados a dar a la manera de los dioses. El arte de dar y recibir presenta una magnífica selección de pasajes del tratado más extenso y minucioso de Séneca, Sobre los beneficios. Presentada con una introducción esclarecedora, esta obra transmite la esencia del pensamiento del autor sobre un tema de interés perenne: el significado profundo de la generosidad y la gratitud.
En su vehemente ensayo Sobre la ira, Séneca, célebre pensador romano del siglo I de nuestra era y una de las figuras más destacadas del estoicismo, argumenta que la ira es la pasión más destructiva para la raza humana. Su propia vida es una prueba de ello: apenas pudo conservarla bajo el reinado del colérico emperador Calígula y la perdió bajo el gobierno de Nerón. Esta nueva traducción es una certera selección de la sabiduría esencial de Sobre la ira. Presentada con una introducción esclarecedora, ofrece a los lectores una guía atemporal para evitar y controlar la ira. Ilustra vívidamente por qué esta emoción es tan peligrosa y por qué saber gestionarla tiene grandes beneficios para las personas y para la sociedad. Las reflexiones de Séneca sobre la ira nunca han sido más relevantes que hoy, cuando el discurso incivil contamina cada vez más el debate público. Ya sea que los lectores estén interesados en su propio desarrollo personal o anhelen una renovación de la esfera política, encontrarán en la sabiduría de Séneca un antídoto valioso para los males de una época iracunda.
Año 2045. Estás en un centro de programación mental decidiendo qué mejora quieres incorporar a tu cerebro para ampliar tu memoria, aumentar tus habilidades musicales o matemáticas. O quizá ya te estás planteando volcar tu mente en un medio completamente artificial. Un escenario como este no es ciencia ficción, sino una posibilidad cada día más tangible: estamos rodeados de inteligencias artificiales, desde algoritmos hasta asistentes virtuales que gestionan nuestros dispositivos. Y los próximos objetivos son el desarrollo de sistemas artificiales conscientes y la integración de componentes electrónicos en un cerebro biológico. En algunos, estas innovaciones generan gran optimismo, en otros, grandes temores. La filósofa y científica Susan Schneider se centra en los significados profundos y las implicaciones éticas de las nuevas tecnologías, y en la forma en que estas pueden cambiar radicalmente nuestra definición de humano. ¿Es realmente posible crear inteligencia artificial consciente? ¿Cómo podremos reconocerla? Si reemplazamos nuestro cerebro pieza por pieza con chips, ¿podemos todavía decir que somos nosotros mismos? ¿Es la mente solo un programa? Este libro analiza hipótesis y escenarios de futuro para empujarnos a cuestionar la naturaleza profunda de nuestra identidad.
Humano, demasiado humano es un libro que, como el mismo Nietzsche dirá tiempo después, deriva de una transformación interior radical, que él vive como un auténtico proceso de curación de una enfermedad. En esta revisión retrospectiva señala el romanticismo como esa enfermedad de la que llegó a un punto en la vida en que no tuvo más remedio que depurarse. No hay otra manera de entender este libro y esta época, que partiendo de esta experiencia vital convulsiva que está de fondo. Solo a partir de ella se comprenden y cobran sentido sus tesis más arriesgadas.
¿Te preocupa que la vejez inevitablemente signifique perder tu libido, tu salud e, incluso, tus ganas de jugar? Bueno, Cicerón tiene buenas noticias para ti. En El arte de envejecer, el gran político y filósofo romano describe elocuentemente cómo podemos lograr que la segunda mitad de la vida sea la mejor parte de todas, y quizá descubrir que la lectura y la jardinería son en realidad mucho más placenteros que el sexo. Lleno de sabiduría atemporal y orientación práctica, este breve y encantador clásico aborda directamente los grandes temores a envejecer y argumenta por qué estas preocupaciones son muy exageradas, o totalmente equivocadas. Montaigne dijo que el libro de Cicerón «le abre a uno el apetito por envejecer». En un mundo obsesionado con la búsqueda inútil de la juventud, sus lecciones son hoy más relevantes que nunca. Presentado en una nueva traducción que adapta este clásico a nuestro tiempo, El arte de envejecer de Cicerón ha deleitado e inspirado a muchos lectores durante más de dos mil años.
Nacido como esclavo en Roma, el filósofo estoico Epicteto nos enseña que la libertad mental es suprema, ya que puede liberarnos en cualquier lugar, incluso en una prisión. El arte de ser libre es una nueva y magnífica edición del célebre manual de Epicteto sobre la filosofía de vida estoica, el Enquiridión. Ofrece, además, una selección de reflexiones relacionadas con la libertad, recogidas en sus Disertaciones, que muestran lo más estimulante de su filosofía. La libertad, para Epicteto, es un logro psicológico y ético, un regalo que solo nosotros podemos otorgarnos. Todos podemos ser libres si aprendemos a asignar un valor primordial a lo que podemos controlar —deseos, juicios, motivaciones y reacciones—, a tratar lo que no depende de nosotros con ecuanimidad y a ver nuestras circunstancias como oportunidades para actuar y estar bien, sin importar lo que nos sucede o las acciones de otras personas. Este famoso manual de Epicteto sobre estoicismo, plenamente vigente hoy, es un poderoso método para gestionar emociones como el miedo, la ansiedad, la envidia, la ira o el rencor. Nos muestra cómo manejar las situaciones de la vida, desde las más comunes hasta las más exigentes, aplicando la esencia de las enseñanzas estoicas: tranquilidad de ánimo, ausencia de miedos y libertad.
Textos de filosofía, política y economía; Manuscritos de París; Manifiesto del Partido Comunista; Crítica del programa de Gotha
En un mundo donde las redes sociales, las relaciones online y un creciente aislamiento amenazan la idea misma de las amistades profundas y auténticas, la búsqueda de verdaderos amigos es más importante que nunca. En este breve libro, uno de los mejores sobre el tema, el célebre político y filósofo romano Cicerón nos ofrece una cautivadora guía para encontrar, conservar y valorar a los amigos. Con ingenio y sabiduría, Cicerón nos muestra no solo cómo construir amistades sino también por qué deben ser una parte clave de nuestras vidas. Porque, como dice Cicerón, una vida sin amigos no merece la pena ser vivida. Presentado en una nueva traducción, que adapta este clásico a nuestro tiempo, El arte de cultivar la verdadera amistad está lleno de reflexiones y consejos atemporales que han inspirado a lectores durante más de dos mil años, desde san Agustín y Dante hasta nuestros días. Una guía honesta y elocuente para encontrar y atesorar verdaderos amigos, El arte de cultivar la verdadera amistad habla hoy tan poderosamente como cuando se escribió.
La voz de Heráclito, como la de una pitonisa, nos alcanza todavía hoy a través de los milenios. Aprender a escucharla mediante un ordenamiento de los fragmentos heraclíteos distinto al canónico fue el objetivo de la última clase que Martin Heidegger dictó en la Universidad de Friburgo. Esta obra es el producto de ese seminario, impartido junto con su discípulo Eugen Fink, en el semestre de invierno de 1966-1967. A lo ls pensadores clave de Occidente. Lejos de la problemática filológica y de la reconstrucción del escrito perdido de Heráclito, los participantes se propuargo de trece sesiones, Heidegger, Fink y sus interlocutores muestran las dificultades que están presentes en el ejercicio hermenéutico alrededor de uno de losieron adentrarse en la cuestión misma del pensar y aprender cómo es que lo más lejano nos es próximo, mientras que lo más familiar se nos vuelve ajeno.
Norte de Italia, finales del siglo XVI. El Santo Oficio acusa de herejía a un molinero, Domenico Scandella, al que todos llaman Menocchio. El procesado sostiene que el mundo se originó en «un caos» del que surgió «una masa, como se hace el queso con la leche, y en él se formaron gusanos, y éstos fueron los ángeles». A lo largo de dos procesos inquisitoriales la peculiar cosmogonía del reo se opone tozudamente a la de aquellos que le interrogan. A partir del análisis de las creencias de Menocchio —finalmente declarado culpable y sentenciado a arder en la hoguera— y de los expedientes judiciales del caso, Carlo Ginzburg reconstruye en este clásico contemporáneo un fragmento de la llamada «cultura popular» —condenada, en general, al ostracismo— que se erige, por su singularidad, en símbolo de su tiempo y en una especie de eslabón perdido de un mundo oscuro, difícilmente asimilable al presente, pero del que de alguna manera somos deudores.
En su nuevo libro, Zizek plantea una de las preguntas clave de nuestro tiempo: ¿cuál ha de ser el papel de la filosofía a la hora de abordar los problemas contemporáneos? Y más concretamente: ¿qué tipo de filósofos necesitamos, los que «corrompen» a la juventud y la hacen pensar –como Sócrates– o los «normalizadores» –como Aristóteles–, que intentan conciliar la filosofía con el orden establecido? Según Zizek, la filosofía debe combatir el creciente orden nihilista que se nos quiere vender como el dominio de las nuevas libertades, esta civilización sin mundo que afecta de manera evidente a los jóvenes. Ante las alternativas del populismo o el fundamentalismo religioso, Zizek propone la construcción de nuevas zonas emancipadoras, empezando por las ciudades –entre las que pone como ejemplo a Barcelona–, la ruptura del dominio patriarcal, la reivindicación del materialismo y la invención de una nueva sociedad que corrija los errores del capitalismo y el comunismo. Más combativo y lúcido que nunca, Zizek nos alerta de los cantos de sirena de la agonía del capitalismo, que en su última evolución ideológica nos ofrece una falsa libertad a cambio de nuestra sumisión absoluta, en esta era «poshumana» en la que solo podremos recuperar nuestra individualidad llevando a cabo una evolución social emancipadora e igualitaria. «Zizek, siempre audaz a la hora de identificar los peligros del capitalismo, posee una fe inquebrantable en la capacidad del hombre para crear algo mejor» (Colin Fox, Scottish Socialist Voice). «Pocos pensadores ilustran las contradicciones del capitalismo mejor que Slavoj Zizek» (John Gray, The New York Review of Books).
Magia y magnetismo son lo mismo, una expresión auténtica de la metafísica práctica. Tal es la tesis de Schopenhauer, sorprendente sólo para aquellos que desconocieran la importancia del pensamiento analógico en esa gran corriente que fue el romanticismo. Para Schopenhauer, como para su amigo Goethe, la intuición de las correspondencias entre lo aparente y lo real es una llave de acceso a la «cosa en sí» inaccesible para Kant, una clave para interpretar y transformar el mundo. El magnetismo animal es la más palpable constatación de la doctrina schopenhaueriana sobre la omnipotencia y única verdadera sustancialidad de la voluntad. El nigromante es un mago y la magia, entendida como suspensión de las leyes de la naturaleza, no sólo es coherente con el sistema de Schopenhauer, sino también irrenunciable para su profunda y completa comprensión. Nuestro ser más esencial y profundo, nuestra voluntad, sujeto esencial de la metafísica, es la fuente de la magia, y sus atributos serían la omnipotencia, la libertad, la conciencia e inteligencia no humanas y la sacralidad sin límites.
El Uruguay suele ser reconocido en Latinoamérica por su sólida democracia y sus pioneros avances en derechos sociales, económicos y culturales. Le distingue también un singularísimo republicanismo laico. Habiendo gobernado dos tercios de la historia nacional, el Partido Colorado le ha impreso, a su institucionalidad, rasgos fundamentales que ya están incorporados a su identidad, a su ADN. Es lo que comúnmente se llama Estado Batllista, centro permanente de los debates y controversias públicas. La ética de la responsabilidad, la laicidad republicana, el feminismo, la garantía de la libertad de expresión, la educación como herramienta para el desarrollo, el concepto de solidaridad social, el internacionalismo, son aspectos claves de las ideas que el Partido Colorado incorporó a su vida democrática. El Dr. Julio María Sanguinetti, con precisión de historiador y su oficio periodístico, aporta con este libro un nuevo mojón a su propuesta de comunicar a las nuevas generaciones las batallas de ideas que han configurado el Uruguay de hoy.
¿En qué consiste la técnica? ¿Es una actividad humana y puramente instrumental? ¿Qué tipo de relación establecemos con el mundo y la naturaleza, con los otros y las cosas en una era dominada por la técnica? ¿Cómo podemos contrarrestar su fuerza y su omnipresencia? Se trata de una serie de interrogantes de gran actualidad, que nos invitan a reflexionar sobre la esencia misma de la técnica. Esta articula la realidad en forma de un complejo engranaje que reduce la naturaleza a un simple fondo permanente de reservas. Todas las cosas, incluidas el ser humano, se convierten así en piezas disponibles, ordenables y reemplazables del engranaje. Este engranaje técnico no es tanto una estructura y un dispositivo como una forma de desvelamiento, la manera en que se nos manifiesta la realidad en la que vivimos. El peligro de la técnica descansa precisamente en permanecer acríticamente sometidos a su voluntad de dominio en lugar de adoptar una actitud atenta y meditativa que recupere la proximidad con las cosas. La pregunta por la técnica es el título de la conferencia que Heidegger dictó el 18 de noviembre de 1953 en el auditorio de la Academia Bávara de Bellas Artes, en el marco del ciclo Las artes en la época técnica.
Cuando el primer editor de Aristóteles, Andrónico de Rodas, se dispuso a compilar la obra del maestro, halló una serie de escritos dispersos acerca de una «filosofía primera». Los reunió en catorce libros y les dio el título de Metafísica porque los colocó literalmente tras los ocho libros de Física. Esto explica la dispersión de este libro, que no fue concebido como tal, sino como un conjunto de materiales destinados originalmente a servir como base para las lecciones de Aristóteles sobre los temas filosóficos perfectamente delimitados en cada capítulo. La Metafísica es, por lo tanto, una especie de «programa de investigación» sobre las primeras causas y principios del ser, el conocimiento del ser «en cuanto ser», el conocimiento de la causa última de la naturaleza y de la realidad. De la falta de univocidad del objeto de estudio, el ser, surgen las dos ramas de la metafísica aristotélica: la ontológica, que estudia lo que puede ser afirmado sobre cualquier cosa que existe sólo «en tanto que existe» y no debido a las cualidades especiales que pueda tener, y la teológica, dedicada al «primer motor inmóvil», es decir, a Dios como principio y causa.
Se ha dicho que la historia de la filosofía en Occidente no es más una serie de notas a pie de página a la obra de Platón, y la obra fundamental de Platón es La República. Esto da una idea de la importancia de esta obra filosófica, probablemente de las más influyentes jamás escritas. ¿Por qué los hombres se comportan con justicia? ¿Es porque temen el castigo social? ¿O por temor de Dios? ¿Es la ley la excusa para que los poderosos sometan a los débiles? ¿O acaso los hombres se comportan con justicia porque tal es su interés? ¿Es la Justicia, con independencia de sus recompensas y castigos, algo bueno en sí mismo? ¿Cómo la definimos? A todo esto y mucho más da respuesta Platón en esta obra germinal. La voluntad de Platón es demostrar que la Justicia es buena en sí misma. Para ello explora la idea de justicia social o política – como armonía en un cuerpo político estructurado en productores, auxiliares y guardianes, donde cada persona cumple con el papel que la naturaleza lo ha acomodado – y luego deriva de ella la idea je justicia individual.
El libro reúne las cuatro obras atribuidas a Hermes Trismegisto, textos fundamentales de la filosofía hermética. Escritos en griego, y pertenecientes seguramente a algún autor alejandrino, comprenden: Poimandres, donde se exponen las claves de la creación del mundo; el Discurso de Iniciación o Asclepios, donde Hermes alecciona a Asclepio, a Tat y a Amón, reunidos en un templo, y que aporta las ideas esenciales para la iniciación sagrada en los círculos herméticos; además de La virtud del Mundo y los Diálogos de Hermes a Amón.
Esta obra debía ser entregada a Jacques Derrida para su cumpleaños número 75. Arrancado a la vida un año antes, no llegó a conocerlo. Los autores, de renombre internacional, que aportan aquí el testimonio de la fecundidad del pensamiento de Derrida en sus campos de trabajo respectivos, frecuentaron todos, tanto al autor como a la obra. Derrida ha significado para ellos una línea de vida que los mantiene a distancia de los dogmatismos y les abre un porvenir para el pensamiento, la escritura, la vida. Lejos de ser negativa, como a menudo se finge creerlo, la práctica de la deconstrucción, a la que está unido el nombre de Derrida, elige, contrariamente a todo pensamiento que quiera volver razonable a la locura, correr el riesgo y la chance de enloquecer la razón: para ver dibujarse otro horizonte de la justicia, del don, de la democracia, y una revolución en el pensamiento mismo de la revolución.