El vivir mejor se ha convertido en una pasión de masas. Hemos entrado en una nueva etapa del capitalismo: hemos entrado en la sociedad de hiperconsumo. Nace un Homo consumericus de tercer tipo, un turboconsumidor desatado, con gustos imprevisibles, al acecho de experiencias emocionales nuevas y de mayor bienestar, de calidad de vida y de salud, de marcas y de autenticidad, de inmediatez y de comunicación. El espíritu de consumo ha conseguido infiltrarse hasta las relaciones con la familia y la religión, con la cultura y el tiempo disponible. Pero estos placeres privados descubren una felicidad herida: jamás el individuo contemporáneo ha alcanzado tal grado de desamparo.
De El ocaso de los ídolos escribió Nietzsche: «Representa una excepción respecto a todos mis demás libros, porque no hay nada más sustancioso, más independiente, más demoledor y más malvado. Quien quiera hacerse una idea rápida de cómo estaba todo cabeza abajo antes de llegar yo, que empiece por este escrito. Lo que en el título se designa con el nombre de ídolo, no es más que lo que hasta ahora se ha venido llamando verdad. El ocaso de los ídolos significa, pues, que el fin de la vieja verdad está próximo».
La figura de un gigante como Aristóteles (384 a. C. - 322 a. C.) es insoslayable en el pensamiento occidental, tanto en su vertiente filosófica como científica. Ha sido un referente a lo largo de los siglos en un sorprendente número de campos del saber: política, ética, lógica, retórica, biología, meteorología, etc., y en más de un caso fue él quien sentó las bases para el desarrollo de estas disciplinas. Su obra es abundante (entre 139 y 192 tratados) y casi inabarcable en cuanto a contenido. La pregunta no es si el alma existe o no, sino «a qué género pertenece y qué es el alma». A partir de aquí, Aristóteles desarrolla, a lo largo de los tres libros que componen la obra, una teoría nueva y vigorosa acerca del alma alejada de las especulaciones anteriores, aunque no exenta de ambigu¨edades internas.
El doctor Brian Weiss; autor de Muchas vidas; muchos maestros; analiza en este libro la extraordinaria capacidad de curación de la regresión a vidas pasadas. Nos cuenta los casos de muchos de sus pacientes empresarios; abogados; terapeutas u obreros; gente de muy diversos niveles socioeconómicos; creencias y educación; que descubrieron en sus vidas pasadas el origen de sus traumas y consiguieron espectaculares curaciones. Mediante estas regresiones; los enfermos también pudieron recuperar distintos talentos de los que disfrutaron en vidas anteriores y llegar a la convicción de que nuestra existencia; en apariencia limitada; es en verdad un paso en el largo camino hacia la inmortalidad. El doctor Brian Weiss pone además a nuestro alcance una serie de simples ejercicios que nos permitirán experimentar regresiones al pasado y alcanzar la paz espiritual.
¡Los niños son los cerebros del futuro! ¿Por qué un libro que ayude a los niños a cuidar y potenciar su cerebro? Porque el recurso intelectual de una sociedad es el principal capital con el que cuenta para su desarrollo. Cuidar y proteger este capital mental es, junto con la educación de calidad, uno de los pilares a la hora de generar conocimiento. Además… ¡los niños son los cerebros del futuro! Si ellos entienden que pueden cuidar su cerebro, lograrán un desarrollo intelectual y emocional sano y fuerte. Tan sencillo como eso. En este libro, Facundo Manes y María Roca transmiten a los niños la importancia de una alimentación saludable, del sueño y del ejercicio físico. A través de juegos, ilustraciones y divertidos personajes, los niños se darán cuenta del valor que tienen la actividad intelectual y el contacto social para la salud cerebral. Los autores los acompañan a reflexionar acerca de la importancia de buscar el bienestar y de preparar su cerebro para lo que nos depara un futuro cercano, en el que la interfaz cerebro-tecnología promete jugar un rol fundamental. Una vez más, lo hacen dándoles a los niños el papel central: aquí descubrirán cómo potenciar su cerebro a través de juegos, ejercicios y experimentos que facilitan el aprendizaje y nutren su curiosidad… que ya es bastante activa. ¡A no perder tiempo que tenemos cerebros en construcción!
José "Pepe" Mujica es una personalidad reconocida y admirada a nivel mundial. El sentido profundo de su mensaje, expresado a través de un lenguaje sencillo y coloquial, ha calado hondo en personas de toda condición, convirtiéndolo en un referente ineludible. En este libro se condensa lo más importante de su filosofía de vida, la de un hombre sencillo cuyos ideales lo impulsaron a tomar las armas para hacer la revolución, pasar una parte importante de su vida en prisión, y muchos años después convertirse en un presidente elegido democráticamente, cuyo mensaje inspirador trasciende fronteras. En estas páginas se agrupan sus pensamientos e ideas, articulados en torno a diferentes ejes temáticos. El lector podrá elegir aquellas cuestiones que más le interesan, describiendo su propio recorrido. Los autores se han nutrido de diferentes fuentes sumadas a contenidos exclusivos que Pepe Mujica les ha brindado en extensas entrevistas personales.
¿Por qué Artigas es nuestro prócer y no otro? ¿Cuáles son las distintas visiones históricas con respecto a la Independencia nacional? ¿Cómo votaban a sus gobernantes los uruguayos decimonónicos? ¿Existieron partidos políticos desde el principio de nuestra vida como nación? ¿Por qué había tantas guerras civiles? ¿Hubo algún proyecto de cambiar la capital a otro punto del país? ¿La esclavitud fue efectivamente abolida en el Uruguay del siglo XIX? ¿Qué fue lo que motivó la irrupción de los gobiernos militaristas en el último cuarto del siglo XIX? ¿Nos gobernó alguna vez un argentino luego de la independencia? ¿Cuáles fueron los motivos de los levantamientos de Aparicio Saravia? ¿Por qué se dice que Batlle y Ordóñez es el creador del país moderno? ¿Cuáles fueron las causas de la primera dictadura del siglo XX? ¿Cómo el país se favoreció con la coyuntura de la Segunda Guerra Mundial? ¿Por qué se produce la inédita experiencia de la guerrilla urbana en el Uruguay? ¿Cómo se va gestando el golpe de Estado de junio de 1973? ¿Por qué no logra afirmarse la Dictadura en el Plebiscito de 1980? ¿Cómo sale el país de esos años de autoritarismo? ¿Por qué el Uruguay tiene un gobierno de las fuerzas de izquierda luego de 175 años de vida institucional?
¿POR QUÉ UTILIZAR PLANTAS MEDICINALES? ¿POR QUÉ UTILIZAR HIERBAS AROMÁTICAS? • Porque, además de ser fuente de aroma y sabor, poseen importantes beneficios medicinales. Porque representan la posibilidad de recuperar un conocimiento adquirido durante miles de años, transmitido por nuestros ancestros de generación en generación. • Porque son muy eficaces en el tratamiento de muchas afecciones. Su acción, dada por el conjunto de sus componentes, es la mayoría de las veces más integral que la de un medicamento alopático • Porque facilitan la digestión, fortalecen el sistema nervioso y el inmunitario, y combaten ciertos hongos e infecciones bacterianas. Porque nos permiten establecer nuevos vínculos con la naturaleza • Porque ofrecen una paleta de sabores y fragancias muy amplia que permite lograr platos únicos • Porque combinadas con especias aumentan sus beneficios medicinales y usadas como condimento permiten disminuir o sustituir por completo el uso de la sal Porque la mayoría es fácil de cultivar tanto en macetas como en cajones o canteros. • Porque muchas de estas plantas son repelentes naturales de insectos • Porque la mayoría facilitan la digestión, combaten bacterias y eliminan los gases • Porque son la base a partir de la cual se desarrolló toda la farmacología moderna y hoy siguen siendo objeto de numerosas investigaciones para su aprovechamiento. • Porque, ya sean recolectadas o cultivadas, son un recurso económico para el cuidado de la salud • Porque la OMS promueve rescatarlas para la atención primaria de la salud y como parte del patrimonio cultural y natural de la humanidad. • Porque deshidratadas se pueden conservar en frascos de vidrio herméticos durante varios meses Porque su fragancia inunda la cocina y pueden usarse en preparaciones sencillas como infusiones, jugos y aguas saborizadas. Las plantas medicinales nos devuelven la mirada a la naturaleza, a la armonía del ser humano con su entorno y a una cultura donde lo vegetal en términos de salud, también tiene algo que ofrecernos. ALONSO QUESADA HERNÁNDEZ
La verdadera historia de los supervivientes de los Andes, protagonistas de La sociedad de la nieve, la nueva y aclamada película de J. A. Bayona. ¡Viven! El triunfo del espíritu humano relata esta escalofriante peripecia y la de los familiares de sus protagonistas, que nunca dejaron de buscarlos.
Bruner no ve en la escuela un mero dispositivo social y cultural sino una oportunidad poderosa de generar formatos y estrategias que el desarrollo de la mente necesita y sin los cuales no se incorporará plenamente al andamiaje retroalimentador del consumo y producción de cultura. Su visión es, al mismo tiempo, desconstructora y optimista con respecto a las posibilidades de la educabilidad del ser humano, al tiempo que generadora de multitud de sugerencias precisas de mejora de la acción educativa en contextos específicos.
Butler, una de las pensadoras más audaces y radicales de nuestro tiempo, revisa el estado actual de la soberanía, la resistencia, y otras «acciones concertadas» —término acuñado por Hannah Arendt— en relación con la pertenencia política, en un ensayo que amplía su teoría de la performatividad. A raíz de las recientes protestas populares como las de la plaza Tahrir o los movimientos como el Occupy Wall Street, la autora analiza el sentido de libertad en los distintos espacios —públicos, privados, cerrados y virtuales— y la forma en que las personas pueden llevar a cabo actos políticos más allá de lo puramente retórico… El análisis de la soberanía popular y el asambleísmo público de Butler es incisivo y exigente.
Hace ya mucho tiempo que vivimos en el horror a una catástrofe pasada. Anástrofe es la tragedia que ya ocurrió. Catástrofe es el eco o la réplica hiperrealista que siempre está a punto de ocurrir. Y entre anástrofe y catástrofe se estira el sopor de una vida circular, la vida póstuma de alguien que ya no tiene historia, ni tiempo ni lenguaje. En ese estiramiento obsesivo ubico a los juegos. Los juegos no son narrativas. Son funcionamiento, tecnología, ritual, comunicación, circulación, recursividad. Pericia y no conciencia.La catástrofe es ese momento orgásmico temido y deseado, profetizado o simulado, siempre anunciado por técnicas de suspenso, postergación, aplazamiento y cuentas regresivas, que también será una absolución y un alivio. Podremos descansar de los juegos. Podremos descansar de la publicidad y del consumo, de la técnica, la tecnología y los mundos posibles, de la seguridad, de las cámaras y de las passwords, de los periodistas y de los medios: de los pronósticos y de las alertas de catástrofes.Covid-19 no fue una crisis más. Le mostró a Occidente su propio cansancio y mostró que ese cansancio es estructural y endémico. El cansancio de lo mismo y de lo neutro, la incapacidad absoluta de algo nuevo, la sensación de estar en un loop temporal que no parece tener salida.
¿Es peligrosa la religión? ¿Y la espiritualidad? ¿Solucionará la ciencia todos nuestros problemas? ¿Es arrogante ser ateo? ¿Es posible criticar una religión sin ofender a sus fieles? Cuando empezaba a despuntar el movimiento del nuevo ateísmo, los heraldos del ocaso religioso que acabarían siendo conocidos como los «Cuatro Jinetes» —Dawkins, Harris, Dennett y Hitchens— se reunieron para tomar una copa y a modo de experimento grabaron la conversación. Así surgió esta charla rompedora y apasionante que enseguida se hizo viral. Los cuatro intelectuales afrontan en ella las cuestiones fundamentales de la existencia y se animan mutuamente a expresar sin tapujos las propias posturas respecto a Dios y la religión. El debate atañe la crítica cultural, la espiritualidad sin religión, la discusión con los creyentes, las infinitas corrientes del ateísmo moderno y las claves para vivir de forma íntegra.
En este seminario (1956-1957) Lacan trasciende una relación dual entre el sujeto y el objeto. Plantea la relación de objeto en términos de falta y de pérdida, lo cual da tres modalidades relacionales, jerarquizadas según los tres registros (real, simbólico e imaginario): la privación (la falta real de un objeto simbólico), la frustración (la falta imaginaria de un objeto real) y la castración (la falta simbólica de un objeto imaginario).
Conviene que nos detengamos en ese desfiladero, en ese paso estrecho, en el que Freud mismo se detiene y retrocede con un horror motivado. Tú amarás a tu prójimo como a ti mismo este mandamiento le parece inhumano. ¿No puede decirse que Sade nos enseña una tentativa de descubrir las leyes del espacio del prójimo como tal? ese prójimo en tanto lo más cercano al que tenemos a veces, aunque más no sea para el acto del amor, que tomar nuestros brazos. No hablo aquí de un amor ideal, sino del acto de hacer el amor. Sabemos muy bien cómo las imágenes del yo pueden contrariar nuestra propulsión en ese espacio. ¿No tenemos algo que aprender acerca de las leyes de ese espacio, en la medida en que él nos engaña la captura imaginaria por la imagen del semejante, de aquel que avanza en el en un discurso más que atroz?
Acuérdense de la escena extraordinaria que constituye la confesión pública de Alcibíades, y traten de situarla en nuestros términos. [...] Éste se confiesa, ¿ante quién? Los otros, todos los otros, aquellos que, por su concierto, sus cuerpos, su concilio, parecen darle el mayor peso posible a lo que se puede llamar el tribunal del Otro. ¿Y qué es lo que constituye el valor de la confesión de Alcibíades ante este tribunal? Es que dice precisamente haber tratado de convertir a Sócrates en algo completamente sometido y subordinado a otro valor distinto del de la relación de sujeto a sujeto. Frente a Sócrates, cara a cara, ha manifestado una tentativa de seducción, ha querido hacer de él, y de la forma más manifiesta, alguien instrumental, subordinado ¿a qué? — al objeto de su deseo, el de él, Alcibíades, que es agalma, el buen objeto. Aún diré más. ¿Cómo no reconocer, nosotros, analistas, de qué se trata? Está claramente dicho — es el buen objeto que Sócrates tiene en la barriga. Ahí Sócrates no es más que el envoltorio de lo que es el objeto del deseo. Si Alcibíades ha querido manifestar que Sócrates es, respecto a él, esclavo del deseo, que Sócrates le está sometido por el deseo, es para indicar claramente que tan solo es este envoltorio. El deseo de Sócrates, aunque lo conoce, ha querido verlo manifestarse en su signo, para saber que el otro, objeto, agalma, estaba a su merced. Pero precisamente haber fracasado en esta empresa cubre a Alcibíades de vergüenza, y hace de su confesión algo tan cargado. [...] Es que delante de todos se desvela con sus rasgos el secreto más impactante, el último resorte del deseo, que obliga siempre en el amor a disimularlo más o menos — su objetivo es la caída del Otro, en otro, a. (EXTRAÍDO DEL CAPÍTULO XII)
En la última década de su Curso, que lleva más de treinta años, J.-A. Miller se orienta hacia la que fue llamada "la última enseñanza de Lacan". Trata en sus diecisiete lecciones de indagar y sostener la rigurosidad de una trama organizada en una geometría con cuerpo, la topología que le sirvió a Lacan para sostener una práctica, la psicoanalítica, fuera de la lingüística, las matemáticas, la lógica y la poesía. Es así como son trabajados a partir del inconciente real. Tomando un poema de García Lorca que dice: "Es preciso romperlo todo para que los dogmas se purifiquen y las normas tengan nuevo temblor", Miller recorre no sin dificultad los impasses de una enseñanza, la de Lacan, que en su último tramo deviene oscura y es solo atravesada por destellos cuando en sus lecciones dispersas encuentra ideas mediadoras para recomenzar un psicoanálisis que ya no será el mismo que era. En este Curso se sostiene –después de haber examinado el tiempo lógico que permitía una salida grupal– que su momento de concluir es el intento de Lacan de salir de la prisión del lacanismo, en lo que aquel supuso de continuidad, que lo llevó a decir a Lacan: "Yo no soy lacaniano" tiempo después de haber disuelto su escuela. Se muestra que en el psicoanálisis se avanza a partir de los impasses, de la discontinuidad, por lo tanto el éxito es nuestro fracaso. Así, el síntoma como acontecimiento de cuerpo se constituye en una fuerza impulsora real, oponiéndose a las consideraciones que lo plantean como trastorno. Sobre las bases de una nueva noción "el inconsciente es la cara real de aquello en lo que se está enredado" se abre paso una nueva ética ya no ligada al deseo, sino al saber hacer ahí, con el goce opaco, no atrapado por los discursos. Este texto constituye sin duda una referencia relevante para orientarnos en el psicoanálisis, de este nuestro siglo XXI.
El lugar y el lazo, que inicia un nuevo siglo, demuestra una vez más que el horizonte de la elaboración de los cursos de la orientación lacaniana en psicoanálisis es el psicoanálisis como experiencia. Lo preceden dos décadas en las que Jacques-Alain Miller ha ido montando y desmontando los matemas de Lacan para continuar con el aislamiento de un corte en la enseñanza de Lacan. El lugar y el lazo destaca la promoción del síntoma como referencia clínica en términos de sinthome (el cual responde a la orientación por lo real, que nombra lo fuera de sentido), que pone en tela de juicio lo que Lacan había propuesto como autonomía y dominancia de lo simbólico sobre lo imaginario y lo real, estableciendo la homogeneidad de los tres registros. Subrayando que esta equivalencia despierta del sueño estructuralista de un orden, un universo de reglas. Entonces, allí donde se encontraba el orden simbólico como armazón y referencia del sujeto, se inscribe la expresión modo de gozar. Un orden sintomático, en el que el propio síntoma es la regla que instaura una tensión entre el síntoma mensaje, punto de partida de la enseñanza de Lacan, y que en tanto reprimido es interpretable, y el síntoma modo de gozar, referencia de su última enseñanza, que no es interpretable como tal. Esta concepción según la cual la verdad es el Uno y no el Otro, que prefiere lo real, que introduce la noción de la lengua, que incluye la referencia a lo viviente, y que no se guía por el Nombre del Padre, conduce a Jacques-Alain Miller en este curso a revisar de manera desgarradora lo que Lacan había enseñado