Ya nadie habla del alma en la filosofía. Quedó reservada para literatos y poetas. Denunciaron su origen mítico, pájaro con cabeza humana, lluvia de partículas. La acusaron de despreciar al cuerpo. La aplastaron el positivismo y ese yo homogéneo e impersonal de las filosofías de la conciencia. La psicología la redujo a un conjunto de mecanismos psíquicos. ¿Pero cómo dar cuenta de la singularidad de una persona, e incluso de una habitación o de un paisaje, de sus tonalidades, sus tensiones y armonías, sus evocaciones bellas o monstruosas, sus existencias virtuales, sin hablar de su alma? No es un problema metafísico, dice Étienne Souriau (1892-1979). Porque un alma no está dada, hay que instaurarla. Es una tarea peligrosa, arriesgada, simplemente porque puede fracasar. Un alma puede ser tan estrecha que tienda al automatismo, o tan extensa que se esfume como la neblina. El modo de existencia del alma solo se puede estudiar en singular, y por eso este libro está construido sobre escenas concretas bellamente escritas, que le agregan un valor literario: la pequeña mentira de Alberte a su novio, las palabras de Nora cuando abandona a su marido, la liberación que encuentra Faustus en su enfermedad, el sueño de Trenmor, y muchas otras. La obra de Souriau fue redescubierta recientemente por autores como Vinciane Despret, David Lapoujade, y particularmente por Isabelle Stengers y Bruno Latour, que consideran que su tesis sobre una pluralidad de modos de existencia, y en particular sobre la existencias virtuales, abre la puerta para una verdadera revolución en lo que fue la epistemología moderna.
Hacia fines de la década del noventa, y de manera en un principio silenciosa y casi marginal, la teoría cultural comenzó a verse atravesada por discusiones alrededor de la dimensión afectiva. Si bien la filosofía y las ciencias sociales ya se habían ocupado de la cuestión, en esos años y como una suerte de desprendimiento de debates que se produjeron en el marco de las teorías feministas y queer, el análisis cultural le puso una marca a un punto de vista propio: el giro afectivo. El propósito fundamental de esta trama conceptual y activista, que tiene a Sara Ahmed y Lauren Berlant entre sus principales exponentes, es dar cuenta tanto de la dimensión afectiva de la esfera pública, como de la dimensión política de la vida afectiva. Este libro, publicado originalmente en 2011, sostiene que las fantasías de progreso constituyen un afecto particular: el optimismo cruel. Existe una relación de optimismo cruel cuando las aspiraciones a la buena vida son en realidad obstáculos para el desarrollo y el crecimiento. Berlant sostiene que el optimismo cruel ha sido el tono afectivo preponderante desde la década del ochenta, en paralelo a la consolidación del neoliberalismo y a la retracción de las promesas socialdemócratas de movilidad ascendente, seguridad laboral e igualdad social y política, a pesar de que el capitalismo tiene cada vez menos alternativas que ofrecer a los dramas de adaptación que surgen de la precariedad y la crisis. A través del análisis de un repertorio de dispositivos estéticos como novelas y películas, Berlant enfatiza los aspectos problemáticos de ciertos sentimientos habitualmente considerados optimistas o positivos, y de este modo impulsa una indagación crítica fundamental a la hora de pensar las emociones en la sociedad contemporánea.
Considerada como punto de partida de una nueva etapa de la sociología, "Las reglas del método sociológico" (1895) constituye una de las obras fundamentales de Émile Durkheim (1858-1917). Varias son las ideas relevantes de esta obra clásica: la distinción entre lo normal y lo patológico, la diferenciación entre estructura y función, la noción de ideología. Sin embargo, Santiago González Noriega -prologuista, anotador y traductor de esta edición- destaca el concepto de "hecho social" como la contribución más preciosa de Durkheim a la teoría sociológica. Completan el volumen otros escritos sobre filosofía de las ciencias sociales, dedicados asimismo al estudio del concepto y del método de la Sociología: «La concepción materialista de la historia», «Nota sobre la morfología social», «Sociología y ciencias sociales», «Debate sobre la explicación en historia y en sociología» y «Una definición de la sociedad».
Este libro es una reflexión sobre la presencia -y la ausencia- de las mujeres en la toma de decisiones, más allá de los números, más allá de la igualdad formal o la paridad. El número de mujeres líderes que han dejado sus cargos políticos en los últimos años es tan elevado que merece la pena ser estudiado como un fenómeno nuevo, que la autora ha bautizado como el «síndrome Borgen». El nombre hace alusión a la serie de televisión danesa que mostró la cara B del empoderamiento, concepto tras el cual se esconden más trampas que soluciones. Desde la reivindicación organizada del derecho al voto para las mujeres fueron necesarios más de cien años hasta que en 1960 Sirima Bandaranaike se convirtiera en la primera mujer elegida jefa de un Ejecutivo. Más de sesenta años después, apenas hay una veintena de mujeres líderes en el mundo, pero, además, si el 1 de enero de 2023 había treinta y seis mujeres jefas de Estado o Gobierno, en septiembre de ese mismo año solo quedaban veintiocho. Las extrañas, las intrusas, se cuelan por las rendijas de un poder que se resiste a ser compartido. Más parecen okupas a las que en cualquier momento se las puede desalojar con cualquier cantidad de violencia.
Este libro es el primero que considera el legado del escritor y crítico cultural Mark Fisher. Su punto de partida es el momento en que un grupo de sus alumnos de posgrado recibe la noticia de su suicidio. Afectado por el vacío de la pérdida, Matt Colquhoun, uno de esos estudiantes, logra hilvanar un texto elegíaco, híbrido, a medio camino entre la memoria coral y la investigación teórica.
“Llevo adelante una investigación sobre la manera en que los muertos entran en la vida de los vivos, entre nosotros, hoy en día, y cómo los hacen actuar”. Así presentaba Vinciane Despret, filósofa contemporánea, el trabajo que culminará en este libro. En cuanto hacemos un mínimo lugar para corrernos de la cultura oficial que nos exige reconocer públicamente que luego de la muerte no hay nada y que nos impone el mandato social de “hacer el duelo”, las experiencias y los relatos se multiplican. La que se pone los zapatos de su abuela, el que le escribe a su hijo fallecido, el que llevó las cenizas a la punta de una montaña, la antropología forense, los difuntos que aparecen en los sueños o hacen signos, los funerales, las tradiciones populares, las sesiones de espiritismo, las series de televisión norteamericanas… Los muertos están entre nosotros, y están activos: influyen, transmiten, unen, movilizan, se transforman y nos transforman. La cuestión, entonces, no es si los muertos existen o no, sino cuál es su modo de existencia. Resistiéndose a la tentación explicativa de las ciencias sociales y la psicología, y siguiendo los relatos de “quienes quedan”, Despret se pregunta en qué condiciones se prolonga la existencia de los muertos, qué los sostiene y qué los pone en riesgo, y principalmente de qué son capaces y de qué nos vuelven capaces.
Temas como el género y la sexualidad lograron una visibilidad tal en la agenda pública que sólo registramos su actualidad inmediata, como si no tuvieran historia o como si ella se remontara apenas a pocas décadas atrás. En esta obra, Laura Fernández Cordero recupera experiencias libertarias que hace más de un siglo desafiaron formas de la intimidad, el amor y la pareja afianzadas por el Estado o la Iglesia. A expone el ideario del anarquismo en la Argentina, que luchaba para transformar las relaciones económicas y políticas, pero también las familiares y afectivas. Sus militantes buscaron el fin del matrimonio, que veían como una forma de prostitución y esclavitud, e imaginaron amores libres en que, sin mandatos a eternidad, hombres y mujeres exploraban relaciones múltiples, simultáneas, con la premisa de un encuentro pleno y consensuado entre iguales. Con formidable pulso narrativo, la autora traza un panorama atrapante de los debates y las vivencias de quienes, en pos de la revolución social, encontraron formas novedosas de vivir su identidad, el amor y el erotismo. Vemos entonces a mujeres que, en 1896 y en los años de “la Patagonia trágica”, sostuvieron la denuncia contra la violencia que sufrían en las fábricas tanto como en sus hogares. También las peripecias de una colonia anarquista en Brasil, donde un trío practicó en 1890 la versión más audaz del amor libre. O a un destacado ácrata que celebró como triunfo de la libertad sexual el adulterio de su joven esposa, mientras otras voces del anarquismo se asustaban de las mujeres liberadas y deseantes. Lejos de una complacencia facilista o de un anacronismo que aplane el espesor de cada coyuntura, este libro expone la enorme potencia pero también las contradicciones de esas expresiones, que cuestionaban todos los parámetros morales, pero consideraban que el aborto o la homosexualidad eran excesos que evitar. Con rigor y frescura, recorre una historia poco conocida, que aporta perspectiva para ponderar las mutaciones del presente.
Durante la pandemia del covid-19 surgieron una serie de condiciones que reconfiguraron el mundo. Sin embargo, no se puede decir que habitamos un "mundo común": la destrucción medioambiental, el racismo, la violencia contra las mujeres y minorías o la desigualdad económica dan cuenta una y otra vez de que no podemos participar de manera equitativa de un vínculo común. En este conjunto de ensayos, que trata de indagar en dos preguntas fundamentales -"qué tipo de mundo es este" y "cómo hacer que sea habitable"-, Judith Butler nos invita a repensar nuestro tiempo, uno en que "los mismos elementos de los que dependemos para vivir tienen el potencial para arrebatarnos la vida". Valiéndose de la obra de Max Scheler, Edmund Husserl, Maurice MerleauPonty, así como de la fenomenología crítica feminista, Butler indaga en aquellas condiciones que posibilitan que una vida merezca ser vivida y, por consiguiente, que nos permitan habitar el mundo. Solo la superación de las profundas desigualdades globales, concluye Butler, nos va a permitir empezar de nuevo. Para ello es necesario otro imaginario, uno que tenga por principios "la interdependencia, la solidaridad social y la crítica revolucionaria".
¿En qué consiste la técnica? ¿Es una actividad humana y puramente instrumental? ¿Qué tipo de relación establecemos con el mundo y la naturaleza, con los otros y las cosas en una era dominada por la técnica? ¿Cómo podemos contrarrestar su fuerza y su omnipresencia? Se trata de una serie de interrogantes de gran actualidad, que nos invitan a reflexionar sobre la esencia misma de la técnica. Esta articula la realidad en forma de un complejo engranaje que reduce la naturaleza a un simple fondo permanente de reservas. Todas las cosas, incluidas el ser humano, se convierten así en piezas disponibles, ordenables y reemplazables del engranaje. Este engranaje técnico no es tanto una estructura y un dispositivo como una forma de desvelamiento, la manera en que se nos manifiesta la realidad en la que vivimos. El peligro de la técnica descansa precisamente en permanecer acríticamente sometidos a su voluntad de dominio en lugar de adoptar una actitud atenta y meditativa que recupere la proximidad con las cosas. La pregunta por la técnica es el título de la conferencia que Heidegger dictó el 18 de noviembre de 1953 en el auditorio de la Academia Bávara de Bellas Artes, en el marco del ciclo Las artes en la época técnica.
En este ensayo, Han profundiza su análisis de la sociedad del cansancio y de la transparencia, buscando sacar a la luz las nuevas formas de violencia que se ocultan tras el exceso de positividad. Hay cosas que nunca desaparecen. Entre ellas se cuenta la violencia. Su forma de aparición varía según la constelación social. En la actualidad, la violencia ha mutado de visible en invisible, de frontal en viral, de directa en mediada, de real en virtual, de física en psíquica, de negativa en positiva, y se retira a espacios subcomunicativos y neuronales, de manera que puede dar la impresión de que ha desaparecido. Pero la violencia se mantiene constante. Simplemente se traslada al interior. La decapitación en la sociedad de la soberanía, la deformación en la sociedad disciplinaria y la depresión en la sociedad del rendimiento son estadios de la transformación topológica de la violencia.
Los textos aquí reunidos intentan pensar, cada uno a su manera, problemas específicos de la política. Si hoy la política parece atravesar un eclipse duradero, en el cual se presenta en una posición subalterna respecto de la religión, de la economía e incluso del derecho, esto se debe a que, en la misma medida en que perdía conciencia del propio rango ontológico, la política evitó la confrontación con las transformaciones que de manera progresiva desde su seno han vaciado de contenido sus categorías y conceptos. Es por este motivo que, en este libro, se buscan paradigmas genuinamente políticos en experiencias y fenómenos que a menudo no son considerados tales (o lo son de forma marginal): la vida natural de los hombres (la ‘zoé’, en un tiempo excluida del ámbito propiamente político, es ahora restituida, conforme la diagnosis de la biopolítica foucaultiana, al centro de la ‘pólis’); el estado de excepción (esa suspensión temporal del ordenamiento legal, que, por el contrario, demuestra que constituye su estructura en todo sentido fundamental); el campo de concentración (esa zona de indiferencia entre lo público y lo privado y, a la vez, matriz oculta del espacio político en que vivimos); el refugiado, que, al romper el nexo entre el hombre y el ciudadano, de figura marginal se transforma en factor decisivo de la crisis del Estado-nación moderno; el lenguaje, objeto de una hipertrofia y, a un tiempo, de una expropiación, que definen la política de la sociedad democrático-espectacular en la que vivimos; la esfera de los medios puros o de los gestos (es decir, de los medios que, a pesar de seguir siendo tales, se emancipan de la relación que tienen con un fin) como esfera propia de la política.
La monstruosidad está entre nosotros. Todos los días leemos o escuchamos historias de personas capaces de cometer las más grandes atrocidades sin sentir remordimientos. A menudo se trata de personas consideradas socialmente como "normales", adaptadas, incluso anodinas. ¿Qué los impulsa en la búsqueda hacia el dolor? ¿Dónde está la línea que separa la cordura de la locura? ¿Todos somos potencialmente seres monstruosos? A través del vértigo de una lectura adictiva, este libro inquietante nos precipita por los oscuros pasadizos de la psique humana.
Cristina Martín defiende en este libro que la Agenda 2030 es una mera campaña propagandística universal dirigida a sugestionar a todas las personas del planeta y a perseguir a la gente que se rebela contra el statu quo establecido. Si bien los principios en los que se basa la Agenda son lícitos y razonables, esta obra diferencia claramente el mensaje de la intención que oculta. Para la autora lo que nos cuentan sobre la Agenda es pura propaganda, una campaña de comunicación internacional cuyo fin es vendernos un futuro mejor para todos. Sin embargo, su verdadero sentido es que ese «futuro mejor» solo lo será para unos pocos: la élite que financia la Agenda y la alienta con mentiras.
Constructos Flatline es la tesis doctoral de Mark Fisher, presentada en la Universidad de Warwick en 1999 y destinada a circular como una obra de culto en la blogósfera. Apenas unos años antes, Fisher había sido un activo integrante de la CCRU [Unidad de Investigaciones sobre Cultura Cibernética], un colectivo transdisciplinario y experimental surgido en los márgenes académicos y cuyas indagaciones se nutrían tanto de la filosofía rizomática de Deleuze y Guattari como de la cibernética, el ocultismo, el ciberpunk, de la cultura rave y el ciberfeminismo. Esa conjunción de enfoques, que coinciden en desplazar al sujeto humano del centro de interés en favor de las fuerzas activas de la materia, se expresa con nitidez aquí, y puede leerse como el andamiaje teórico sobre el que Fisher construirá luego el resto de su obra, a la vez que como un antecedente de corrientes de pensamiento contemporáneas como el aceleracionismo y los nuevos materialismos.
El viaje interior. Peyote, hongos, psiconautas es un libro sobre sustancias psicoactivas, su consumo y los efectos que tienen en los individuos que las utilizan. Y es mucho más que eso también: esta obra reúne experiencias de consumidores de drogas visionarias y desde una perspectiva histórica ilumina zonas aún inexploradas por micólogos. En este texto fundamental tanto para especialistas como para curiosos, Guillermo Giucci nos presenta un recorrido que va desde la vivencia de Artaud con el peyote entre los indios tarahumaras, hasta los encuentros de Wasson con la chamana mazateca María Sabina y los rituales con los “niños santos”, y el viaje a México de los beatniks como rito liberador de su arte. Peyote, hongos teonanácatl, LSD, pastillas sintéticas de psilocibina… las drogas visionarias, a diferencia de las alucinatorias, le permiten al consumidor experimentar de forma consciente una visión, un tipo de viaje interior.
¿Es posible rescatar la democracia en la actualidad? Motines callejeros en Chile y el sueño de una constitución sanadora. Asalto al Capitolio en los EEUU. En el Perú, presidentes destituidos y presos. Impeachment al presidente de Ecuador. Asonada en Brasilia. Ataque a la Justicia en la Argentina. Carrousel de primeros ministros en Reino Unido. Manifestaciones violentas en Francia… La democracia nunca fue un «producto terminado», una fórmula establecida para la eternidad, pero lo que el mundo está presenciando —y viviendo—, es una profunda crisis de la institución. Más allá de los ejemplos extremos (y los apuntados no son los únicos), fenómenos como la atomización cuando no desaparición de partidos políticos, la irrupción de outsiders rupturistas, la baja participación ciudadana y otros, son todos síntomas de una realidad muy preocupante a la cual no se le ven soluciones. Este libro pretende mostrar cómo ha evolucionado históricamente la democracia y dónde se ubican sus principales dificultades que van más allá de las críticas cotidianas a gobernantes y políticos. Nuestras sociedades han alcanzado un nivel de expectativas y reclamos que las democracias no consiguen satisfacer. El Estado, herramienta tradicional de la democracia para encarar esas pretensiones, está por todos lados en una fase de rendimientos decrecientes y la identificación popular de democracia con resultados económicos, es fuente de irritación constante. El libro hace un recorrido por la historia de la democracia, tocando diversos temas, algunos inherentes a su ser, otros incorporados con el tiempo. Apelando a su formación como abogado, su experiencia política y su larga trayectoria como docente de Ciencia Política en la Facultad de Derecho de la Universidad Católica del Uruguay, Ignacio de Posadas emprende la tarea de analizar las virtudes y las debilidades históricas de la democracia e incluso propone algunos ajustes para preservarla. A pesar de sus fallas, la democracia sigue vigente.
En un mundo incierto, Constanza Michelson se opone en este libro al totalitarismo mental. El feminismo, la crisis de las democracias neoliberales, las olas migratorias, la explosión de la lucha de clases, la precarización laboral, las revueltas sociales, el consumo, la posverdad, los neofacismos, la ilusión de la inmortalidad, la inteligencia artificial, las redes sociales: Constanza Michelson observa con libertad crítica toda clase de asuntos, develando las contradicciones que los discursos encubren y mostrando cómo estos fenómenos moldean nuestra subjetividad. Callejera y suelta, pero a la vez vigilante y rigurosa, más que instalar ideología, Michelson infiltra una pregunta que atraviesa toda su obra: cómo convivir con los otros.
Idea Vilariño reconoció en la traducción «una extraña tarea, hermosa y endiablada» a la que entregó décadas de vida y su sabiduría de poeta. Tradujo del inglés y del francés: novelas, ensayos, teatro, versos. La traducción acompañó la creación de su poesía y fue parte de su biografía intelectual, una vía al conocimiento y un medio de vida. Ha sido considerada «la mejor traductora de Shakespeare al español». Ella se figuró «su esclava». Desde la perspectiva de los estudios de traducción, este libro redescubre el caudal y el sentido de aquella tarea secreta. Fija la cronología y establece la bibliografía de sus traducciones. Encuentra traducciones inéditas y detecta las extraviadas. Traza su biografía de traductora en el contexto de la generación del 45, de las reglas del mercado editorial, de la escena teatral y la censura. Reúne análisis en profundidad hechos de sus traducciones de Raymond Queneau, J. S. Alexis, T. S. Eliot y Oscar Wilde. Estudia la génesis de sus traducciones de Shakespeare en los manuscritos y versiones que guardan las carpetas de la Colección Vilariño en el Archivo Literario de la Biblioteca Nacional. La poesía de Idea en otras lenguas —alemán, italiano, portugués, sueco, guaraní, esloveno, inglés— es también estudiada y expuesta a través del testimonio y el razonar de quienes la tradujeron.
Un fresco de la cultura literaria de medio siglo y el perfil de un hombre insondable Juan Carlos Onetti fundó en el Río de la Plata un tono, la ciudad de Santa María y una leyenda, pero su vida permaneció parcialmente oculta por la imagen de un escritor oscuro y recluido hasta la publicación de esta biografía en 1993, ahora revisada y corregida. Su origen en una modesta familia montevideana, la precariedad de su formación escolar, su voluntad autodidacta, los inicios como trabajador siete oficios, el ingreso al periodismo, a la publicidad, a la literatura, y la densa trama amorosa que lo acompañó por la bohemia nocturna en Montevideo y Buenos Aires hasta sus últimos días en España, acercan un Onetti íntimo, testigo y protagonista de innumerables experiencias. El relato de su vida dibuja un fresco de la cultura literaria de medio siglo y el perfil de un hombre insondable, que a lo largo de los años labró, con autenticidad y coraje, la compleja belleza de su obra.
El ensayo sobre la guerra más importante con El arte de la guerra de Sun Tzu.Corresponde al general prusiano Carl von Clausewitz el mérito de haber sido el primero en advertir el carácter de instrumento político de la guerra «La guerra no es más que la continuación de la política del Estado por otros medios», afirmaba. Y de ahí su claro postulado: el ejército tiene que someterse siempre a la política y a las directrices de ella emanadas Está obra, cuya última y completa versión se traduce por primera vez al español directamente desde su lengua original, el alemán, constituye un relevante trabajo de la literatura militar que aspira a acercarse intelectualmente al fenómeno bélico, a identificar los factores determinantes del conflicto y a analizar su funcionamiento interno