Los relatos de El libro de la selva y de su continuación, que reunimos en un solo volumen, conforman un libro inmortal, en el que los animales son los verdaderos protagonistas y en cuyas fábulas Kipling nos enseña la importancia del respeto a la naturaleza, la colaboración y el compañerismo en un mundo cambiante y cada vez más necesitado de valores.
1848 se conoce como el Año de las Revoluciones por las revueltas que surgieron en distintos países en favor de formas de gobierno más liberales. Todas estallaron coincidiendo con la aparición de este Manifiesto del Partido Comunista, un texto que se convertiría en uno de los más influyentes de la historia contemporánea: apenas un siglo despues de su publicación, casi la mitad de la población mundial vivía bajo un regimen marxista. Hoy la obra está sujeta, claro está, a su posicionamiento ideológico pero sigue representando un momento clave del pensamiento político y Karl Marx, el principal responsable de su redacción, continúa siendo uno de los pensadores más influyentes de su tiempo. Muchos de los problemas que se abordan en estas páginas aún no han sido resueltos y, en cambio, algunas de las soluciones planteadas forman parte de cualquier sociedad actual que se tenga por civilizada.
El autor de Providence nos describe las Tierras del Sueño con su proverbial terror cósmico en estado puro, pero le añade una sucesión de escenarios fantásticos a cuál más inolvidable. Dejemonos llevar, pues, por este alarde de imaginación y usemos la llave de plata que nos abre la puerta a ciudades de ensueño como Ulthar o Kadath y territorios míticos como la meseta de Leng; pero seamos precavidos, pues en el camino acechan dioses oscuros e innombrables.
El periodista británico George Orwell fue ninguneado a partes iguales por sus correligionarios y por sus adversarios políticos. Alarmado y desencantado por el cariz que tomaba el nuevo orden surgido tras la Segunda Guerra Mundial, y enfermo de muerte, quiso convertir 1984 en su testamento literario. Nos hallamos ante la novela más icónica que se ha escrito sobre los peligros del totalitarismo, la manipulación mediática y la reescritura de la historia. La tragedia cotidiana de Winston y de Julia es una distopía ejemplar y el cruel retrato de un mundo nada feliz, una profecía autocumplida que nos hiela la sangre y nos conmueve a partes iguales.
Al faro es, pese a su brevedad, una de las obras mayores de Virginia Woolf. Concebida más como un cuadro que como una novela, nos muestra el devenir interior de cuatro personajes a lo largo de dos días entre los cuales transcurren diez años. El estilo de la novela, barroco y poético, es tan deslumbrante como el retrato psicológico, la carga simbólica de sus imágenes y la profundidad conceptual de una Virginia Woolf en estado de gracia que, con esta novela, nos ofrece una de las cumbres del modernismo literario.
Los viajes de Gulliver es la obra canónica del género de viajes imaginarios, y tiene un valor incalculable como precedente de la literatura fantástica moderna. Jonathan Swift sufrió en carne propia la persecución política y religiosa en la convulsa Irlanda del siglo XVIII, por eso no es de extrañar que, según sus propias palabras, esta novela —cuya publicación fue todo un ejemplo de cómo burlar la estricta censura de la época— estuviese destinada «más a vejar al mundo que a divertirle». Sin embargo, eso no impide que sea una lectura tremendamente entretenida y totalmente vigente tres siglos después de su primera publicación.
Mansfield Park ocupa el centro exacto de la producción novelística de Jane Austen. Asentada como autora tras los éxitos de Sentido y sensibilidad y Orgullo y prejuicio, exhibe un estilo propio y reconocible, basado en el fino uso dela ironía y del retrato de personajes, pero ya se perciben el desencanto y la madurez de Persuasión. El personaje de Fanny es uno de los más fascinantes y complejos de toda la obra de Austen, y dota a la novela de una profundidad que parece anticipar el realismo y el naturalismo de la segunda mitad del siglo XIX. Todo ello hace de Mansfield Park un clásico de las letras inglesas que bien merece una relectura.
Pinocho es mucho más que uno de los grandes clásicos de la literatura italiana: se trata de una obra esencial por su deliciosa mezcla de crueldad, humor y fantasía. La marioneta Pinocho aprende de sus errores, enmienda su inconstancia y se convierte en un ser humano de provecho responsable gracias a los buenos consejos del Grillo Parlante, que es la voz de su conciencia, y los desvelos de Geppetto y el Hada, que personifican el amor paterno y el materno, respectivamente. Carlo Collodi nos regala una parábola hermosa e imperecedera de la redención y de la madurez que pueden disfrutar los lectores de todas las edades.
Heidi es la obra capital de Johanna Spyri, una de las autoras suizas más queridas para varias generaciones de lectores. La novela narra las aventuras de una niña huérfana en los Alpes, donde vive con su huraño abuelo, y en Fráncfort, donde pone patas arriba la ordenada existencia de la familia Sesemann. Basada en parte en vivencias de la infancia de la autora, Heidi es un canto a la vida, la naturaleza, la tradición y el optimismo, vistos a través de los ojos inocentes de uno de los personajes más tiernos y encantadores que ha dado la literatura.
La Ilíada de Homero no solo marca el comienzo de la literatura griega, sino también el de la cultura occidental tal y como la conocemos. Literalmente, nuestro mundo sería diferente si Homero no hubiera existido. El genial bardo ciego retrata con maestría la guerra de Troya, las hazañas de los contendientes y las rencillas entre los dioses con una intensidad y una fuerza que todavía conmueven. La Ilíada simboliza como ninguna otra obra el tránsito de la tradición oral a la escrita, la fusión entre el mito y la historia; en resumen, la creación de un lenguaje narrativo y de una estructura mental que siguen vigentes casi tres milenios después.
Basada en un hecho real y llevada al cine en numerosas ocasiones, La mujer de blanco, con su trepidante ritmo narrativo, mezcla de forma magistral suspense, misterio y melodrama. Esta deliciosa obra, considerada como precursora del género policíaco y que inspiró el personaje de Sherlock Holmes, se ha convertido por derecho propio en uno de los grandes clásicos de la literatura. Wilkie Collins, uno de los autores más destacados y prolíficos de la literatura británica del siglo XIX, alcanzó su cima creativa con esta apasionante historia.
Grandes esperanzas, considerada como la mejor obra del gran novelista inglés Charles Dickens, contiene muchos elementos autobiográficos del autor, aderezados con su delicioso manejo de la ironía, el misterio, la sátira social y el retrato costumbrista. Philip Pirrip, un huérfano aprendiz de herrero que consigue alcanzar la nobleza, es en gran parte el propio Dickens, pero también un modelo ideal de fuerza, superación y aprendizaje continuo; en resumen, la conmovedora historia de uno de los grandes personajes de la literatura inglesa surgidos de la mente de uno de sus mejores creadores.
Considerada por muchos la «fundadora» del feminismo, Mary Wollstonecraft defendió en tiempos de la Ilustración el derecho de las mujeres a recibir la misma educación que los hombres y a participar en igualdad de condiciones en la vida política de la sociedad. Gran defensora de la necesidad de una mayor presencia de la mujer en la literatura, murió a los pocos días de dar a luz a su segunda hija, la futura autora de Frankenstein. El lector reconocerá en las páginas que siguen muchas reflexiones todavía vigentes en lo que sigue siendo una asignatura pendiente de la humanidad. «Las mujeres solo deben doblegarse a la autoridad de la razón, en lugar de ser las modestas esclavas de la opinión.»
El emperador y filósofo romano Marco Aurelio destacó por su serenidad, su modestia y su búsqueda de la verdad, a la vez que fue un césar brillante en el campo de batalla. Solo escribió una obra: Meditaciones, uno de los mejores libros de filosofía y ética de la historia. Se trata de un compendio de sabiduría y reflexión para afrontar los tiempos adversos. Sus principios estoicos siguen estando vigentes en la actualidad: cómo mantener la integridad, cómo ser tolerante, cómo conservar la calma, cómo vivir en armonía el presente, actuando sobre lo que depende de uno y aceptando lo que no. En definitiva, una obra maestra para comprender mejor nuestra alma.
Poeta, ensayista, compositor y pintor, Rabindranath Tagore fue el primer escritor no europeo que ganó el Premio Nobel de Literatura en 1913. Con su aspecto de gurú venerable, viajó por todo el mundo y fue el representante de la sabiduría oriental y símbolo del movimiento nacionalista indio. En 1914 publicó El jardinero, una recopilación de poemas que constituye uno de los ejemplos más perdurables del estilo sencillo pero profundo con el que Tagore supo cautivar a varias generaciones de lectores.
Lewis Carroll es un referente indiscutible de la literatura universal. Unió su afición a la literatura con sus conocimientos como profesor de matemáticas para ponerlos al servicio de su obra, salpicándola de paradojas lógicas y juegos de palabras que desafían las normas de lo establecido. El resultado és un díptico ingenioso y desternillante capaz de sorprender y conquistar a pequeños y mayores. Esta obra recoge las dos obras más conocidas de Carroll: Alicia en el país de las maravillas y Alicia a través del espejo
Es un lugar común referirse a El arte de la guerra como «la versión china de El príncipe» y a Sun Tzu como «el Maquiavelo oriental», aunque, bien mirado, fueron Sun Tzu y su libro de estrategia los que inspiraron a Maquiavelo. Nadie diría, a la vista de su estructura, su concisión y su estilo tan directo, que esta obra tiene más de dos mil años. Su contenido tiene tanta vigencia hoy como entonces, porque, en el fondo, las siempre acertadas máximas de Sun Tzu no nos hablan sólo del arte de hacer la guerra, sino también de cómo gestionar conflictos de todo tipo y salir airosos de ellos.
AunqueF. Scott Fitzgerald era un autor popular cuando publicó El gran Gatsby, esta no se convirtió en novela de culto hasta después de su fallecimiento.Gatsby encarna el arquetipo del millonario cuyo éxito radica en la juventud y la popularidad, y que al mismo tiempo oculta con celo sus miserias personales y el origen de su fortuna. Es, en resumen, la metáfora perfecta de los EstadosUnidos de los felices años veinte y de la ley seca. Imitada hasta la extenuación y siempre admirada, El gran Gatsby es, casi un siglo después, la auténtica Gran Novela Americana.
El escritor H. P. Lovecraft, en su relativamente corta vida (1890-1937) perfecciona la inspiración de su maestro espiritual Edgar Allan Poe, en cuanto a concebir una atmósfera de terror en sus narraciones y crear así el terror cósmico. Abandona de una vez por todas los castillos góticos encantados, los fantasmas, vampiros y brujas para diseñar un inframundo de seres semihumanos, extraterrestres o extradimensionales, y el terror se transforma para el lector en un miedo a lo cósmico, al universo. En el mundo del autor existe siempre algo amenazador, pero no se sabe nunca su naturaleza hasta tal punto que por mucho que luchemos quedamos prendidos en ella.
El retrato de Dorian Gray (1890) destaca no sólo por ser la única novel de Oscar Wilde, sino también por ser su trabajo más perdurable. Las desventuras de Dorian Gray, ese dandi paradigmático y ocurrente obsesionado con lo efímero, y su pánico a envejecer nos deparan la más genial y absorbente de las vueltas de tuerca que jamás se le hayan dado a la novela fáustica.