Obito absorbió al Jubi y se ha convertido en su jinchuriki, pero eso le está costando su propia identidad. Los Hokages del pasado se organizan y lanzan ataques conjuntos, pero quienes más importan en la estrategia son aquellos que representan el presente y el futuro del mundo shinobi: Naruto y Sasuke. Ahora algo ha sucedido y aquellos resucitados con el Edo Tensei deben ser en extremo cuidadosos, pues podrían desaparecer para siempre. La esperanza, no obstante, regresa, pues Kurama está más dispuesto que nunca a ayudar a Naruto, ¡y esta vez por completo!